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Metas, Vision Y Perseverancia.
Jan 2, 2009
Un saludo muy cordial y que el amor y la Paz de Cristo este en sus corazones.
Comienza el año 2009. Para unos es la esperanza de un mejor futuro, para otros es un día mas en medio del sufrimiento y para otros es el establecimiento de nuevas metas y una nueva dirección y visión para el futuro. La palabra de Dios dice que las personas perecen por falta de visión… y esperanza. Metas…dirección…visión…perseverancia…esperanza. Pero, ¿qué sucede si las metas de nuestra vida, la dirección de nuestra vida y nuestra visión para el futuro es el mismo que tiene Dios planificado para nosotros? ¿Qué sucede si escuchamos, discernimos, prestamos atención a las puertas que El nos abre, obedecemos y entramos por ella? ¿Que sucedería si su historia es nuestra historia?
¡Cuan absurdo es el comentario “La vida de un cristiano es aburrida”! Es cuando verdaderamente escuchamos y obedecemos Su voluntad que somos verdaderamente retados. No solo porque requiere obediencia de nuestra parte, sino que Dios nos da metas nuevas, retadoras, mucho mas grandes que lo que nos podemos imaginar y lograr por nuestros propios esfuerzos…El lo sabe…sabe que sin su conocimiento, dirección, visión y animo nosotros por nuestra cuenta no podemos llegar a donde El nos quiere llevar. ¡Ah! Pero es entonces que nos deleitamos de conocer que estamos en la palma de sus amorosas manos, que somos las herramientas que El utiliza para traerle gloria a su nombre. Que dentro de esa relación real, dinámica, activa y supernatural entre Dios y nosotros somos una parte dinámica que le demuestra al mundo que El existe, porque sin El, no hubiera sido posible llegar a las metas que El estableció para nosotros.
Es fácil lograr metas terrenales cuando nos sacrificamos físicamente, emocionalmente, financieramente y damos nuestro tiempo en abundancia para lograr metas que nosotros mismos hemos establecido para nuestras vidas. Pero cuando nuestros hogares se rigen bajo las metas establecidas por el Creador del Universo, cuando sometemos nuestras vidas a ese propósito terrenal y a la vez supernatural y eterno que Jesús tiene planificado para nosotros, nuestra visión terrenal se convierte en una visión eterna.
Hoy regresamos de vacaciones en Florida. Mientras mi marido conducía el auto, yo estaba escuchando música cristiana de alabanzas en mi Ipod y alabando al Señor. Una de las canciones se grabó en vivo y se podía escuchar el coro y las expresiones de alegría y gozo de las personas en el concierto. Luego me imagine que de tal manera, hoy día, hay muchas personas en el cielo, en la presencia de Jesús, cantándole y alabándole en persona. Dentro del celo por no poder estar allí presente, disfrutando de la presencia del protagonista de la eternidad, también me dio mucha alegría saber que yo también tengo mi taquilla para ese gran concierto. Que serán muchos los conciertos de alabanza al Cordero de Dios, bailando y regocijándonos igual que nos regocijamos hoy, y mucho mas…
Tal vez será allí, durante esos conciertos de celebración en el cielo, que recordaremos de las metas, la visión y el propósito de nuestras vidas, recordaremos de esos momentos que todo aparentaba derrumbarse en nuestras vidas y en nuestro alrededor, de los momentos que solo El tenia la capacidad de ser nuestro gran consolador y nuestra esperanza, y que en aquel momento, podremos ver que El es nuestra esperanza… completamente realizada y satisfecha.
En el nuevo año, revisemos nuestras metas, nuestra visión para el futuro, nuestra dedicación a su propósito para nuestras vidas y al plan eterno que Jesus tiene para nosotros. Pero mas que todo, también recordemos, que luego de amar a Dios sobre todas las cosas, debemos amar al prójimo como a nosotros mismos…invitémosles a conocer del verdadero Jesús, de la razón de nuestra existencia y propósito eterno, invitémosles a participar del gran concierto celestial… y de los muchos que le daremos a Jesús por la eternidad.
Que el amor de Cristo este ardiente en sus corazones hoy y siempre,
Su Servidora,
Marta Cáceres
Comienza el año 2009. Para unos es la esperanza de un mejor futuro, para otros es un día mas en medio del sufrimiento y para otros es el establecimiento de nuevas metas y una nueva dirección y visión para el futuro. La palabra de Dios dice que las personas perecen por falta de visión… y esperanza. Metas…dirección…visión…perseverancia…esperanza. Pero, ¿qué sucede si las metas de nuestra vida, la dirección de nuestra vida y nuestra visión para el futuro es el mismo que tiene Dios planificado para nosotros? ¿Qué sucede si escuchamos, discernimos, prestamos atención a las puertas que El nos abre, obedecemos y entramos por ella? ¿Que sucedería si su historia es nuestra historia?
¡Cuan absurdo es el comentario “La vida de un cristiano es aburrida”! Es cuando verdaderamente escuchamos y obedecemos Su voluntad que somos verdaderamente retados. No solo porque requiere obediencia de nuestra parte, sino que Dios nos da metas nuevas, retadoras, mucho mas grandes que lo que nos podemos imaginar y lograr por nuestros propios esfuerzos…El lo sabe…sabe que sin su conocimiento, dirección, visión y animo nosotros por nuestra cuenta no podemos llegar a donde El nos quiere llevar. ¡Ah! Pero es entonces que nos deleitamos de conocer que estamos en la palma de sus amorosas manos, que somos las herramientas que El utiliza para traerle gloria a su nombre. Que dentro de esa relación real, dinámica, activa y supernatural entre Dios y nosotros somos una parte dinámica que le demuestra al mundo que El existe, porque sin El, no hubiera sido posible llegar a las metas que El estableció para nosotros.
Es fácil lograr metas terrenales cuando nos sacrificamos físicamente, emocionalmente, financieramente y damos nuestro tiempo en abundancia para lograr metas que nosotros mismos hemos establecido para nuestras vidas. Pero cuando nuestros hogares se rigen bajo las metas establecidas por el Creador del Universo, cuando sometemos nuestras vidas a ese propósito terrenal y a la vez supernatural y eterno que Jesús tiene planificado para nosotros, nuestra visión terrenal se convierte en una visión eterna.
Hoy regresamos de vacaciones en Florida. Mientras mi marido conducía el auto, yo estaba escuchando música cristiana de alabanzas en mi Ipod y alabando al Señor. Una de las canciones se grabó en vivo y se podía escuchar el coro y las expresiones de alegría y gozo de las personas en el concierto. Luego me imagine que de tal manera, hoy día, hay muchas personas en el cielo, en la presencia de Jesús, cantándole y alabándole en persona. Dentro del celo por no poder estar allí presente, disfrutando de la presencia del protagonista de la eternidad, también me dio mucha alegría saber que yo también tengo mi taquilla para ese gran concierto. Que serán muchos los conciertos de alabanza al Cordero de Dios, bailando y regocijándonos igual que nos regocijamos hoy, y mucho mas…
Tal vez será allí, durante esos conciertos de celebración en el cielo, que recordaremos de las metas, la visión y el propósito de nuestras vidas, recordaremos de esos momentos que todo aparentaba derrumbarse en nuestras vidas y en nuestro alrededor, de los momentos que solo El tenia la capacidad de ser nuestro gran consolador y nuestra esperanza, y que en aquel momento, podremos ver que El es nuestra esperanza… completamente realizada y satisfecha.
En el nuevo año, revisemos nuestras metas, nuestra visión para el futuro, nuestra dedicación a su propósito para nuestras vidas y al plan eterno que Jesus tiene para nosotros. Pero mas que todo, también recordemos, que luego de amar a Dios sobre todas las cosas, debemos amar al prójimo como a nosotros mismos…invitémosles a conocer del verdadero Jesús, de la razón de nuestra existencia y propósito eterno, invitémosles a participar del gran concierto celestial… y de los muchos que le daremos a Jesús por la eternidad.
Que el amor de Cristo este ardiente en sus corazones hoy y siempre,
Su Servidora,
Marta Cáceres
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