El Aceite del Espiritu Santo

Mar 19, 2009
Esta mañana decidí por fin llevar el auto a arreglar. El auto ha estado goteando aceite y eventualmente se dañaría el motor. El mecánico tiene que tomar medidas drásticas para arreglarlo y devolverme el vehículo en estado saludable, así el auto no me dejará parada en medio de la carretera y hasta se puede evitar un accidente crítico. Esta diligencia toma tiempo en hacer lo que es correcto. Igualmente, hay otra diligencia que debemos practicar diariamente para que nuestro aceite espiritual no se seque y no nos quedemos estancados en momentos difíciles.
Si te has mantenido al tanto de las noticias, estamos viviendo momentos históricos sin igual: aun nuestra nación está en guerra contra el enemigo, principalmente los de la cosmovisión musulmana fundamental, los fundamentos de la economía Norteamericana están en mal estado, de hecho, nuestra nación está en quiebra, no tenemos el dinero para pagar la deuda nacional, el gobierno continua gastando el dinero que no tenemos creando aún mas deuda, los resultados serán una gran depresión y más tarde gran inflación, la condición moral de la nación continua en decadencia, el Presidente Obama anuncio- firmar junto con las Naciones Unidas – un documento para reconocer el derechos a los homosexuales, el aborto se está exportando, 40% de los niños nacidos en los EU no vienen de un matrimonio, sino de madres solteras, nuestros derechos a libre expresión se están viendo amenazados en todo ámbito social, DOMA, FOCA, y muchas otras propuestas están afectando nuestros derechos de una conciencia basada en la moralidad bíblica…después de esto, ¿te queda del aceite espiritual en tu mente y tu corazón?
¿Qué sucede cuando no llevamos el templo del Espíritu Santo frente al gran mecánico Jesús para que nos refresque con su agua viviente y nos unja con el aceite del Espíritu Santo. Como un auto, comenzamos a perder velocidad, eficiencia, comenzamos a perder visión en los planes que Dios tiene para cada uno de nosotros, perdemos perseverancia, perdemos paciencia, tomamos decisiones sin sabiduría, perdemos nuestra fe en Jesús al poner nuestra esperanza en un mecánico terrenal. Cuando leemos la Biblia, vemos las historias de lo imposible…venir a ser posible…el poder supernatural de Dios estuvo presente para ungir a aquellos que le buscaban y llevarlos a la meta del plan y propósito divino y eterno que tenia para cada uno de ellos desde la creación.
Cada uno de nosotros tiene un propósito eterno, un plan que Dios quiere completar a través de cada una de nuestras vidas. Cada vez que sentimos se nos está agotando el aceite del Espíritu Santo, debemos ir a nuestro mecánico eterno y todopoderoso. Esa visita a nuestro mecánico celestial (Jesús) debe ser diaria, buscando que nuestra visión se mantenga alineada con su visión, buscando su respuesta a nuestras preguntas de muchas cosas que a veces en el mundo no hacen sentido. Buscando que nos llene de su amor que rompe toda barrera para que podamos amar al enemigo y ser esa luz que alumbra en la oscuridad. Jesús nos advirtió que antes de su venida los tiempos se intensificaran. La Biblia nos habla de eventos que ocurrirán en los tiempos futuros, antes del regreso de Jesús. En Mateo 24 leemos las advertencias antes del regreso de Cristo. Daniel, Ezequiel y Apocalipsis nos hablan sobre hambres, eventos supernaturales, terremotos, guerras, un orden mundial, una moneda o sistema financiero unificado, las personas llamando malo bueno y bueno malo, el aumento de la homosexualidad y la apostasía…Si observamos los tiempos, podemos reconocer que somos aquella generación que no pasara antes que todo esto se complete. Los eventos mundiales nos pueden llenar de mucha ansiedad, pero Jesús es aquel que nos llena de su aceite para que podamos mantenernos en paz conociendo la verdad.
Más que nunca, les exhorto que mantengan un régimen de oración diario para que aun en tiempos difíciles, podamos continuar ejerciendo con efectividad todos los frutos del espíritu y los dones espirituales que nuestro amado Padre ha confiado en nuestras manos.
Que toda la gloria sea para Jesús y cada día…estamos un día más cercano a su regreso.
Que Dios los bendiga,
Marta Cáceres